Aunque en Argentina la solemnidad de la Epifanía que se celebra el 6 de enero (día de Reyes) no es una fiesta de precepto, sin embargo es una fecha litúrgica de enorme profundidad espiritual que es como el símbolo de la búsqueda que todo ser humano tiene.
En efecto, todos tenemos un montón de preguntas de las cuales quisiéramos obtener las respuestas.
Es humano y es del creyente hacerse planteos y cuestionamientos sobre las cosas. Incluso tenemos una lista de cosas para preguntar sobre Dios y a Dios mismo (de ser posible).
Los magos del Oriente que llegaron al pesebre de Belén venían con esos interrogantes también. Ellos eran llamados "magos", no porque se dedicaban a la magia como la que personas malvadas ofrecen hoy, sino porque eras hombres de la ciencia, especializados en astronomía. Su presencia emblemática en el portal de belén representa a todo ser humano que busca a Dios desde la razón. Y ese camino también puede ser posible y será auténtico en tanto y en cuanto la búsqueda culmine en adoración al Hijo de Dios. Tarde o temprano la razón humana se rendirá ante la Presencia de Dios.
Para encontrar la respuesta justa, habrá que hacerse la pregunta correcta. Y ninguna respuesta podrá ser sabia si deja afuera a Cristo, que es la Palabra que Dios pronunció para el mundo.
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