Con la parábola de los trabajadores de la última hora, Jesús nos deja una enseñanza de mucho consuelo: Dios tiene una lógica completamente diferente de la humana. Como diría el profeta Isaías, así como está distante el cielo de la tierra, así distan los pensamientos y los caminos de Dios a los pensamientos y caminos humanos.
Los pensamientos y los caminos humanos son estrechos y limitados; en cambio, cuando Dios piensa algo nuevo lo está a la vez creando y sus caminos pueden sobrepasar todo entendimiento, anhelo y esfuerzo humano. Dios es grande, sabio y fuerte para crear un camino nuevo cuando no lo esperamos ni lo imaginamos.
Dejémonos sorprender por la lógica de Dios y también ajustemos nuestra mente, nuestra lógica de actos y pensamientos, a la lógica del Evangelio.
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