PADRE EDUARDO SILIO

Presbítero católico de Quilmes, párroco de San José y Santa Cecilia, parte de la Comunidad SBC

domingo, 25 de septiembre de 2011

COCOS Y DURAZNOS


Con la parábola del padre que llamó a sus dos hijos para que trabajen en su Viña, el mensaje de Jesús nos interpela sobre ciertos aspectos de la dureza de nuestro corazón. El núcleo del mensaje, que el Señor pronunció como un reproche a los dirigentes religiosos que más tarde buscarían su muerte, se refiere en definitiva a escuchar y responder positivamente a la llamada de Dios a la conversión.


En el caso de los creyentes, esa dureza puede que se manifieste de dos maneras, como fue el caso de los hijos en esta parábola: al comienzo o al final, al momento de dar la respuesta al Señor.

Quienes presentan una dureza inicial cuando se les anuncia la Voluntad de Dios, son como el coco: primero se muestran duros pero cuando la Gracia les traspasa son capaces de dar lo mejor de sí mismos; quienes presentan una dureza posterior, son como el durazno: primeramente dan lo mejor pero la dureza de corazón les arrastra finalmente a la desobediencia de la fe.

Cocos y duraznos: presentemos al Señor nuestras durezas para ser transformados por su Espíritu Santo!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario