Comienza el tiempo de adviento, un tiempo intenso de prepararnos para las fiestas de la Navidad.
Aunque el Señor Jesús está siempre con nosotros, tal como lo prometió, hay tiempos especiales en los cuales Él quiere manifestarnos su cercana presencia. Adviento es un tiempo así: Jesús quiere visitarnos en la Gracia de su Espíritu Santo y necesita encontrarnos preparados.
Para prepararnos para su visita no nos hace falta más: tenemos todos los medios y los recursos que el Señor ya nos ha dado para mantenernos sobrios y esperando. Sólo se pide de nosotros que estemos atentos, como cuando esperamos toda visita. Si somos capaces de preparar nuestra casa, nuestros tiempos y nuestros sentimientos para recibir la visita de cualquier amigo, quiere decir que somos capaces de esperar tan grande visita: al menos una gracia particular que el Señor Jesús haya preparado para nosotros.
Estemos bien despiertos. No sea cosa que por tantas preocupaciones, por tantas actividades y por vivir en la tristeza nos veamos privados de la visita del Señor. ¡
Felices quienes esperan la venida del Señor estando bien dispuestos y atentos!
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