"Lavar la mirada" significa cambiar nuestra manera de juzgar la realidad.
Con la mirada limpia, podemos acercarnos con confianza a Dios, porque Él es nuestro Padre amoroso.
Con la mirada limpia, podemos llegar al corazón de los demás y no quedarnos simplemente con las apariencias o las manifestaciones externas de su personalidad.
Con la mirada limpia, podemos tener una valoración más justa de nuestra dignidad y abandonar toda actitud de conmiseración o de complejos.
En esta Pascua, que ya llega, renovémonos interiormente: entremos a la fuente de nuestra salvación, que es Pascua del Cordero de Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario