El Evangelio de este domingo nos describe con gran fuerza una imagen de gran consuelo: Jesús camina sobre las aguas, mientras sus discípulos en la barca atraviesan una tremenda tempestad. Jesús puede caminar sobre el mar porque está por encima de todo. Y como si fuera poco ver al Maestro caminar sobre las aguas agitadas, Pedro puede ir hacia su Señor también caminando sobre el mar. Pero -dice la Escritura - se fijó más en la violencia de las olas que en el poder del Señor y se hundió.
Jesús le reprochó su falta de fe.
Es la fe la que nos capacita para sobrellevar los momentos más tormentosos de la vida. Es la fe la que nos permite dar pasos firmes cuando humanamente parecería imposible avanzar. Es la fe la que nos permite superar nuestros miedos.
Busquemos al Señor y creceremos en la fe.
Que en estos tiempos difíciles el Señor no nos tenga que reprochar nuestra falta de fe.
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