PADRE EDUARDO SILIO

Presbítero católico de Quilmes, párroco de San José y Santa Cecilia, parte de la Comunidad SBC

lunes, 1 de agosto de 2011

TODOS QUEDARON SACIADOS

Con el milagroso acontecimiento de la multiplicación de los panes, el mensaje de Jesús nos da una gran esperanza: Dios conoce nuestras profundas necesidades y se acerca a nosotros para saciarnos. De hecho, la eucaristía es sacramento de un Dios que se hace Él mismo alimento para saciar nuestra hambre.

Dios conoce nuestras más profundas necesidades. ¿Las conocemos también nosotros? ¿Tenemos clara consciencia de qué cosa estamos necesitando en este momento de nuestra vida? 

Tener necesidades e ignorarlas puede costarnos la vida, incluso la vida interior, la vida espiritual. Tener necesidades e intentar saciarlas con cosas extrañas (vicios, vínculos indebidos, pasiones desordenadas, etc) podrían contaminarnos o desviarnos de los propósitos de Dios y de la verdadera plenitud.

No hay comentarios:

Publicar un comentario